Y te esperaba una mañana, con el rocío de amanecer,
Estaba tan calmada que con alas vi florecer,
Aquellos jazmines, en aquel jardín del edén,
Soñaba con un viaje al cielo,
Como una montaña rusa que se sacudía hasta el firmamento,
Donde se encontraba Dios, y sus hijos
Ángeles vestidos de blanco, y una barba que les llegaba hasta los tobillos,
No, no tenía sentido,
Y apreté fuerte de tu brazo, pensé que era mi final,
Pero porque si sólo estaba durmiendo?,
En que momento decidí que debía despertar?,
Te esperaba esa mañana, con sagaz entusiasmo,
Pero jamás te volví a ver, sólo sé que caí en tus brazos, y sé que ese fue el final...
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