Que soledad tan aburrida,
Que desierto tan frío,
Los árboles, sedientos,
De una gota de lluvia al caer,
Que penas tan morbosas,
Que orgullo desmedido,
Que amor más enfermo,
Que que te aprieta la garganta,
Y te enmudece con suspiros,
Que crudo el desapego,
Que ruin los pensamientos autodestructivos,
Es imposible con tantos desengaños,
La aceptación de otro fracaso,
Y la agonía de un frío alejamiento,
El sosiego y la introspección continúa,
Mis ratos largos de reflexión,
Me encuentro tan fuera de cordura,
Que si te pierdo, se marchita mi corazón,
Que sabio es el destino,
Que retira gente del camino,
Que si soy pasional y muy ardiente,
O si soy fría y muy distante,
Tengo este caparazón que me hace indiferente,
Aunque por dentro me desangre,
Es verdad que tengo miedos,
Que me cuesta mucho entregarme por completo,
Como si no estuviera tan segura, que si lo hago,
Me habré tirado desde lo más alto del abismo,
Pero como hago para caminar tan confundida,
Si verdaderamente siento que te ame sin medida,
Y mi deseo no puede ser otro más que verte feliz,
Y es duró el pensamiento que arde en silencio,
...De que tarde o temprano tendré que dejarte ir...
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